El arrebato de la humanidad y sus repercusiones.
Adela era una niña que provenía de un hogar monoparental, cristiano, de buenas costumbres. Su madre, una mujer trabajadora con carrera de perito, trabajaba largas horas para poder mantenerse con su hija.
Su madre se relacionó con un hombre que parecía adecuado. Adela tenía 8 años cuando fue abusada por primera vez por el hermano de su pareja. Adela sufrió de este tipo de abusos reiteradamente.
Fue a los 13 años que Adela, un día, asistió a la iglesia como acostumbraba con su tío. Pero en esta ocasión fue abordada por un hombre de aproximadamente 21 años de edad, el cual le comentó que la encontraba muy atractiva y que podía darle trabajo como modelo. Por la inocencia y vulnerabilidad de Adela, ella le dio su dirección y correo electrónico. Es por ese medio que el hombre la enamora y la engancha.
Un día el sujeto se presenta en casa de Adela y le declara las intenciones que tiene a la madre de Adela, y que su objetivo es llevársela y vivir con ella. En esta ocasión no lo logra y el hombre se retira de su casa.
La madre que tenía una relación muy cercana con su hija, checa de inmediato su correo y descubre que la relación de ellos sigue y que el sujeto no ha desistido de las intenciones de llevársela.
Adela desaparece.
Lo que hace la madre es ir a interponer una denuncia en CAPEA y no se despega de la PGJ. También realiza investigaciones por su lado, porque siente que las autoridades no le dan las suficientes respuestas.
Entonces su madre localiza la casa del hombre, esta se ubica por Xochimilco. Va a buscar a su hija, pero la madre del hombre le dice que no se la puede llevar porque Adela ya es mujer de su hijo y no le pueden hacer nada. Entonces la madre de Adela busca ayuda en la Fiscalía Central de Investigación del Delito de Trata de la PGJ de la Ciudad de México, pero las respuestas son negativas. Entonces busca ayuda con una patrulla. Logran rescatar a Adela, pero la familia del hombre les reitera que son intocables que no les va a pasar nada. En el camino a la Fiscalía, los policías reciben una llamada y ambas son bajadas de la patrulla y no reciben acompañamiento por parte de la autoridad.
Al llegar a la Fiscalía por su propia cuenta, no se realizan las pruebas periciales, ni tampoco se le da importancia a la declaración de Adela porque posteriormente descubrimos que hay gran corrupción dentro de la esa Fiscalía.
Pocos días después el mismo hombre regresa por ella, pero esta vez es trasladada a Chimalhuacán, él la entrega con otro hombre llamado “Gabino”.
Una vez más la madre la localiza en una lonchería cerca del quiosco del centro de Chimalhuacán. La lonchería era una fachada para un negocio de prostitución y pornografía infantil de donde la madre rescata a Adela.
Adela reitera que Gabino le prometió muchas cosas, mejor trabajo, más ganancias y que la cuidaría y estaría bien con él. También es visible en ella grandes afectaciones psícoemocionales, como Síndrome de Estocolmo y Estrés Postraumático Severo.
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Unos meses después, Adela se vuelve a ir con Gabino, pero esta vez es imposible rastrearla, su madre la busca con desesperación y no la puede encontrar. Dos años después, en un esfuerzo conjunto de la madre y FEVIMTRA, Adela es localizada y rescatada. Ella se encuentra embarazada.
Según el protocolo realizado por parte de FEVIMTRA, es trasladada al albergue de alta seguridad. Y unos meses después es referida a una asociación privada.
En este lugar, por motivos religiosos y en completa violación a sus derechos humanos y violando los artículos del 144 al 147 del Código Penal de la Ciudad de México, le prohíben abortar. Por parte de la asociación privada, no reciben ningún tipo de ayuda más allá de la atención del parto. Por esta razón la madre y Adela deciden irse a casa.
Adela claramente sufre de problemas psícoemocionales graves que no han sido atendidos por las autoridades, ni facilitado a la familia la garantía de la reparación integral del daño que sufrió por las múltiples de victimización que ha sufrido a causa de su situación de vulnerabilidad promovida por varios aspectos socioculturales y contextuales.
Por desgracia vivimos en un país donde las mujeres, niñas y adolescentes son consideradas como moneda de cambio, simple mercancía que se
puede vender, comprar y usar. Las legislaciones vigentes y las autoridades aún no están preparadas para servir y salvaguardar la integridad de las víctimas, tampoco se invierte en esta Ciudad en la prevención, por lo que la sociedad debe hacerse cargo de ella.
Este caso, nos deja ver que por la incompetencia de varias autoridades, publicas y privadas no se le pudo brindar la atención necesaria a Adela que ahora vuelve a desaparecer enganchada de nuevo y que por desgracia se sospecha que está siendo utilizada para actividades de la delincuencia organizada.
Responsable de la Publicación: Lic. Graciela Colín
Coordinadora del Sistema Alerta Roja
Tel. 26-141488.
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